Plantearnos el problema de la muerte

Una cosa es clara: no tiene sentido buscar el significado de la muerte después de que la muerte haya tenido lugar. Por ello, es mientras estamos vivos cuando debemos plantearnos el problema de la muerte, sin distraernos en discursiones sobre la reencarnación. Todo aquello que el pensamiento pueda decir sobre lo que existe después de la muerte es tan sólo un concepto. Considerar la reencarnación como un proceso de continuidad de una entidad no sería más que una simple especulación. Lo que debemos descubrir es lo que somos AHORA; qué somos, aparte de una forma a la que le ha sido asignado un nombre por personas que nos han dicho que son nuestros "padres"; qué somos, aparte del condicionamiento que dicha forma ha recibido, en el cual está basado todo el pensamiento y la especulación conceptual que llevamos a cabo; qué somos, aparte de la experiencia de placer o dolor que la forma ha tenido durante su vida.

Ramesh Balsekar